Nací en Buenos Aires hace 35 años. En una familia sin
“antecedentes musicales”. A los 15 años tuve la dicha de descubrir adentro mío
un inconmensurable amor por la música. Y ahí comenzó un camino que no se detuvo
nunca en estos 20 años…
Mi primer instrumento fue la voz; luego se sumó la percusión, y, poco
después, la quena (dos años y medio de estudio profundo y metódico con un gran
maestro quichua, Allwirtu Maki). A mis 19 años tuve otro gran descubrimiento:
el anhelo de crear, de componer mis propias canciones. Ahí empezó una búsqueda
exhaustiva, tanto de conocimiento formal como de material interno. ¿Qué tengo
para decir? Me preguntaba y me pregunto siempre. Tomé todo tipo de clases,
cursos, talleres. Grupales, individuales, de composición, de armonía,
audioperceptiva, trabajo corporal, teatro. Nunca una educación formal, en una
institución. Siempre buscando, haciendo camino al andar.
Hace nueve años me mudé a Traslasierra (Córdoba), atravesada por la
maternidad. Y empezaron a aflorar las primeras canciones. Y con ellas la
necesidad de tocar un instrumento armónico. Así que hace unos cinco años
comencé tímidamente a intentar tocar la guitarra. Mi terca pasión no me
permitió detenerme en mis intentos, y al día de hoy, feliz puedo decir: soy
compositora, canto y toco la guitarra. Siempre sigo estudiando, explorando. Hoy
en día estoy abocada a la guitarra y al canto.
El trabajo con mi voz se sostuvo durante estos 20 años
ininterrumpidamente. Pero cabe destacar que hace 13 años sucedió algo que me
cambió la vida. Y fue conocer el Método de Educación Funcional de la Voz. Con
el que me sigo formando (clases individuales, seminarios, etc.), y el que
también comparto y transmito dando clases. Tuve y tengo la suerte de llevar a
cabo esta formación de la mano de tres grandes
maestras, quienes se forman a su vez con Eugene Rabine, creador del método:
María Elía (cantante y pianista), Elisa Viladesau (fonoaudióloga y Maestra
Certificada Método Rabine) y Roxana Peralta (fonoaudióloga y Maestra
Certificada Método Rabine).
En breve estaré editando mi primer disco, “Aguamarina”, compuesto enteramente por canciones de mi autoría. Material que grabé gracias a una convocatoria que gané en 2017 llamada #ProyectoDisco2017, de Estudio Urbano (espacio de cultura y producción de música del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).
Recientemente (2018), di apertura a un espacio de trabajo
para la voz: CANTA; en donde todo lo que suceda será en función de la voz, y
más específicamente de la voz cantada. En CANTA estaré brindando clases
individuales todas las semanas, talleres de ensamble vocal junto a Diego Lozano
(músico y productor musical) y, además, contaremos con la presencia mensual y
bimensual de profesionales de distintas áreas (siempre con el objetivo de
alimentar el crecimiento vocal): Roxana Peralta, María Elía, Nora Destéfano
(Movimiento enriquecido con el Método Moshe Feldenkrais, entre otrxs.
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